Los ojos me pesaban como si fuesen dos pelotas de pool.
Dos pelotas de pool gigantescas. Nunca antes había llorando tanto. Nunca. Pero
tenía esa necesidad, esa maraña de sufrimiento en el pecho que necesitaba
escaparse de mi cuerpo. Nunca me había sentido peor. Nunca, jamás, se me había
hecho tan imposible respirar.
Golpeé la puerta. Unos segundos más tarde, Ramona me
recibió con una sonrisa tímida, comprensiva: ya lo sabía.
Caminamos en silencio hasta el sillón del living y nos
sentamos. Lisandro se asomó por la puerta de la cocina. Se quedó observándonos
un momento, agachó la cabeza y volvió a lo suyo.
Cerré los ojos, intentando relajarme. La bola de dolor
se deslizó hasta la garganta, pero era demasiado grande como para escaparse por
la boca. Estaba allí, estancada en mi cuerpo. No había forma de deshacerse de
ella.
Las lágrimas no dejaban de caer. Una tras otra, poco a
poco, iban deshidratándome. Pero el gigantesco nudo no aflojaba. Estaba
contenido, apresado, completamente adherido a mis tejidos.
Apreté los dientes, desesperada. Quería sacarlo. Quería
alejarlo para siempre.
—Marga —dijo Ramona—. Va a estar todo bien. Se va a
pasar, no te preocupes —hablaba dulcemente, como una madre a su bebé.
—Vi cómo el miedo —comencé, con la voz entrecortada por
mis temblores—, la llenaba por completo. Se volvió miedo…
Tosí.
Me acarició el pelo suavemente. Fue una caricia hermosa,
cálida, llena de energía. Pero no sirvió de nada.
—La primera vez que le apunté a una persona me sentí tan
mal que tuve que pegarle a Mariano —comentó—. Fue la mejor trompada que di en
mi vida —se rió.
La miré, esbozando una sonrisa completamente débil.
Acercó su boca a mi oreja.
—Descargate —susurró.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Ascendió
rápidamente desde los pies hasta la garganta, y se dejó escapar.
Grité. Grité fuerte. Grité agudo. Fue un grito largo,
profundo, desgarrador.
Lisandro corrió hacia donde estábamos y se puso de
cuclillas frente a mí.
Ramona me abrazó, presionándome a su cuerpo.
Yo seguí gritando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario